Por qué es importante
A medida que más organizaciones de atención médica trabajan para lograr una atención equitativa para todos los pacientes, es fundamental medir con precisión y utilidad sus esfuerzos. Un marco de medición centrado en la equidad ayudará a su organización a comprender qué cambios están reduciendo las desigualdades y si alguna de sus acciones podría estar aumentando las disparidades.
Puede leer más sobre los pros y los contras de los diferentes enfoques de medición en el reciente Libro Blanco del IHI, Achieving Health Equity: A Guide for Health Care Organizations (Lograr la equidad en la salud: una guía para las organizaciones de atención médica ). Para comenzar, aquí le presentamos seis consejos que debe tener en cuenta al desarrollar (o perfeccionar) una estrategia de medición:
- Asignar recursos organizacionales para apoyar los esfuerzos de medición de las desigualdades . Los esfuerzos de medición fracasarán sin sistemas, recursos y estructuras de apoyo adecuados.
- Recopilar datos relevantes sobre las características sociodemográficas de las personas. Si bien cada vez más organizaciones cuentan con sistemas de datos para recopilar esta información y ahora deben informar sobre la raza/etnia y el idioma principal hablado, la recopilación de estos datos es un primer paso clave para poder medir las desigualdades. Los datos sobre ingresos y educación son más difíciles de recopilar de manera rutinaria, pero puede encontrar información relevante en los departamentos de salud pública estatales o locales, las asociaciones de hospitales, recursos como County Health Rankings o Dartmouth Atlas of Health Care, o en otra información como los datos del censo de EE. UU. Las organizaciones no solo deben revisar las medidas de resultados clínicos, sino también examinar las medidas relacionadas con los determinantes sociales de la salud.
- Seleccione los resultados de salud de interés para medir las mejoras en la equidad sanitaria a lo largo del tiempo. Algunos ejemplos de resultados de salud son la mortalidad, el estado de salud y funcional autodeclarado o la esperanza de vida. Una vez que este proceso sea más sólido, considere agregar medidas de estructura y proceso.
- Seleccione las características demográficas de interés para examinarlas en relación con el resultado de salud de su interés (por ejemplo, raza/etnia, estado socioeconómico [ingresos, educación], género).
- Examine los datos “en bruto” en forma de tabla y gráfica. Observe las diferencias relativas y absolutas (comparaciones por pares) entre diferentes subpoblaciones y examine los cambios a lo largo del tiempo. Seleccione un punto de referencia para cada comparación relativa que sea el grupo más aventajado (o favorecido).
- Calcular medidas estratificadas de disparidades para diferentes resultados de salud e indicadores sociales de interés. Esto incluye examinar las diferencias dentro de los grupos además de las diferencias entre grupos, como las subpoblaciones asiáticas (por ejemplo, chinas, indias) y las subpoblaciones negras (por ejemplo, negros nacidos en Estados Unidos frente a haitianos frente a nigerianos). Examinar únicamente las diferencias para el grupo en general puede ocultar diferencias marcadas que identificarían las poblaciones particulares que podrían beneficiarse de una intervención específica.
¿Su organización ha estado midiendo la equidad en materia de salud? Deje sus sugerencias en los comentarios a continuación.
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