Por qué es importante
Durante la pandemia de COVID, hemos visto que las organizaciones altamente confiables se adaptaron y pudieron estandarizar rápidamente su trabajo con soluciones innovadoras. Convirtieron los espacios pre y postoperatorios en camas adicionales de la unidad de cuidados intensivos o convirtieron los laboratorios de endoscopia gastrointestinal en departamentos de emergencia desbordados. Los sistemas de salud innovaron rápidamente con nuevos procesos, desarrollaron formas de comunicar nueva información de manera eficiente y efectiva (por ejemplo, sistemas de comando de incidentes ) y luego administraron esos nuevos estándares. El tema cambió, pero en muchos sentidos el sistema de atención y sus procesos no.
Gestionar el cambio rápido puede ser un desafío, pero se puede simplificar si se cuentan con herramientas críticas, ayudas laborales, listas de verificación y procesos formalizados plasmados en guías escritas para evitar una dependencia excesiva de la transmisión de información de persona a persona. Pero todas esas herramientas y recursos no son suficientes para garantizar que una organización altamente confiable mantenga su nivel de excelencia. Aquí hay algunas lecciones sobre alta confiabilidad que no reciben suficiente discusión:
- Tenga cuidado con el cambio por el simple hecho de cambiar . Cuando se trata de mantener una alta confiabilidad, la coherencia de la fuerza laboral, los procesos y la orientación son grandes desafíos. La tendencia humana natural a cambiar las cosas con el tiempo puede llevarnos a “renovar” modelos e instrucciones perfectamente eficaces. Tal vez parezca que una lista de verificación se está volviendo obsoleta. Tal vez un proceso parezca degradante, pero puede que no sea el proceso el que se está desmoronando. ¿Se ha dado vuelta el personal? ¿Se está capacitando al nuevo personal de manera diferente? ¿El personal carece de una fuerte conexión con el propósito del proceso, por lo que no lo ejecuta con la misma coherencia? Considere este tipo de factores y aborde la verdadera fuente de la preocupación antes de realizar un cambio que tal vez no sea necesario.
- Mire más allá de los riesgos tradicionales, incluso cuando las cosas parezcan ir bien . Cuando parece que tenemos una máquina bien engrasada en funcionamiento, puede resultar más difícil decir que necesitamos invertir por adelantado en aspectos como la orientación y la incorporación. La pandemia de COVID-19 ha expuesto vulnerabilidades en nuestros procesos de orientación e incorporación a través del mayor número de proveedores y personal clínico temporal. La rotación requiere orientación e incorporación adicionales para lograr la misma consistencia de resultados. El desafío es invertir en una preparación exhaustiva de la fuerza laboral, incluido abordar las brechas relacionadas con la pandemia en la capacitación de los recién graduados, para no perder terreno en calidad y seguridad del paciente. Las realidades actuales en materia de rotación requieren nuevos enfoques para garantizar que el personal temporal esté preparado para enfrentar los desafíos de brindar atención de alta calidad en entornos nuevos y desconocidos.
- Reconocer la equidad, la alegría en el trabajo y el bienestar como parte del camino hacia la alta confiabilidad. Cuando pensamos en lo que contribuye a un entorno de trabajo equitativo, es la coherencia del proceso, la responsabilidad, las relaciones y la comunicación. Todo esto debe estar al servicio de fomentar la confianza, el respeto y la dignidad para todos. Una de las lecciones más importantes que nos ha enseñado la pandemia es que debemos cuidar mejor a toda nuestra fuerza laboral. Tenemos que apoyar su seguridad y bienestar, y eso incluye entornos de trabajo libres de amenazas, que van desde la incivilidad hasta las agresiones físicas a los médicos, el personal y los empleados. Nadie debería aceptar amenazas a la seguridad personal (que erosionan y deshumanizan la experiencia de trabajar en el sector de la salud) como condición de empleo. Crear procesos confiables para garantizar todas las facetas de la seguridad en nuestros lugares de trabajo de curación es vital para la estabilidad y el sentido de pertenencia que promueve un desempeño y resultados más sólidos.
La alta confiabilidad está impulsada por el clima creado por los líderes. Se requiere un liderazgo visiblemente presente para modelar comportamientos de alta confiabilidad. Requiere constancia de esfuerzo. En última instancia, es el bienestar, la pertenencia y la seguridad de nuestra fuerza laboral, así como la confiabilidad de nuestros procesos y la resiliencia de nuestros sistemas, lo que garantiza que los pacientes reciban la atención curativa que esperan y merecen.
Jeff Salvon-Harman, MD, CPPS, CPE, es vicepresidente de seguridad del Institute for Healthcare Improvement.
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